viernes, 10 de mayo de 2013

El aplazamiento de la «ley Wert»



Tras la jornada de huelga educativa, en la que de nuevo han salido a flote contradicciones en torno al número de personas que han secundado esta huelga (en torno al 70 por ciento según los sindicatos y un 20 por ciento según el ejecutivo), parece que el día de ayer ha dejado cierto poso e incluso resaca. Lo que para algunos es una evidencia flagrante de que en cierto modo, el pulso lo han ganado los manifestantes y toda la oposición que ha encontrado la llamada ley Wert, para otros la decisión de posponer por parte del gobierno la aprobación de la reforma educativa Lomce, es una mera casualidad asiendo este argumento en meras cuestiones técnicas referidas a la ley.

ABC aborda esta cuestión de forma lacónica y sucinta exponiendo esta información sin entrar en la totalidad en el contexto de la misma. Esta referida brevedad  se hace patente, aparte del espacio limitado en cuanto a caracteres que contiene, en la comparativa que se puede abordar de la misma información a través de otras plataformas. Comparación que emerge con verdaderos contrastes, y es que aparte del contenido y de las fuentes citadas en una u otra, se hace llamativo que visualmente la misma noticia en el diario.es o en Público, doble o triplique el espacio para proyectar esta información.

La noticia de ABC deja patente desde el principio que la ley tendrá que “esperar para recibir luz verde”, pero que esta cuestión descansa en razones meramente técnicas, en concreto a cuestiones en torno a la memoria económica. Toda esta información del principio se hace eco de lo manifestado por parte del gobierno, sin dar otras razones o abordar elementos, que sí emanan del entorno del ejecutivo. Y es que como por ejemplo, sucede en la misma noticia relatada por el diario.es “fuentes del Partido Popular han reconocido que la falta de consenso en torno a la denominada Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa están detrás de esa decisión”.

Se podría intuir que una vez más, ABC ya no solo se limita a enarbolar sus noticias del ámbito político en torno a lo emanado y proyectado por el gobierno, sino que es capaz de omitir elementos perniciosos que podrían influir de forma nociva en detrimento de los intereses del ejecutivo, pese a que puedan proceder del sesgo afín.

Samuel Fernández González

No hay comentarios:

Publicar un comentario